lunes, 19 de octubre de 2009

LA GANADERÍA DE ANTONIO BAÑUELOS

El Trofeo a la corrida mejor presentada de la
Feria del Pilar 2009 que concede
la Peña Taurina Mari Paz Vega
este año a recaído en
Don Antonio Bañuelos.
Los llamados toros del frío. Las reses de Antonio Bañuelos, se han convertido en muy poco tiempo en uno de los hierros favoritos de los aficionados y están en el punto de mira de muchos empresarios.La Cabañuela es una finca situada en la zona central de la provincia de Burgos, en el borde del Páramo de Masa, a una altitud entre los 1.050 y 1.250 metros. Registra una pluviosidad aproximada entre los 750 y 800 litros por metro cuadrado al año, y unas temperaturas que oscilan entre los -13ºC de mínima en enero y 34ºC de máxima en el mes de agosto, con mínimas por debajo de 0ºC ocho meses de los doce del año y heladas durante más de cien días al año como media. A pesar de estos datos climáticos tan extremos los toros se han acomodado perfectamente a las condiciones de la finca y lucen lustrosos en marzo casi como si fuera abril, que es el mes apropiado para ver los toros hechos.Las 600 hectáreas de La Cabañuela se reparten en varios cercados con una proporción similar de un 60% de pradera de buen pasto y un 40% de monte bajo de encinas y robles. Más de 100 de las 600 hectáreas se dedican al cultivo de cebada, en cuya rastrojera se mete al ganado de agosto a marzo.En Junio de 1993, llegaban a Burgos las 95 primeras vacas que salían de la finca de El Toñanejo, en Medina Sidonia. Entre ellas, 28 paridas con los hierros de Marqués de Domecq, Maribel Ybarra y Torrestrella; 47 eralas preñadas del hierro de Torrealta y otras 20 añojas del mismo hierro. En cuanto a los sementales, se han utilizado ejemplares de Torrestrella y Torrealta, en todos los casos con prueba de descendencia satisfactoria. Los sabios consejos de Juan Mari Pérez Tabernero -y la sabiduría a la hora de aplicarlos por parte de Antonio Bañuelos- consiguieron el milagro de esta ganadería con los colores de la bandera burgalesa (rojo carmesí y pardo) que hierra unos cien machos al año y bautiza siempre al número 1 de cada camada con el nombre de Campeador, el burgalés por antonomasia que nació en Vivar, villa cercana a la finca. En estos años los toros de Antonio Bañuelos -como en su día lo hicieron los de Cebada Gago- han llegado a constituir casi un encaste propio. Y si no un encaste como tal, sí unas características muy peculiares.
ENHORABUENA DON ANTONIO.

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